
Hablar de “nevus” no es sencillo, es un término confuso para los pacientes y para el mismo personal sanitario. La palabra nevus-nevo viene del latín naevus que hace referencia a “mancha de la piel”, en la cotidianidad lo conocemos como lunar, desde la medicina hace referencia a una lesión benigna secundaria a un aumento de las células que le dan color a nuestra piel, los melanocitos.
Al nacer, los lunares presentes en nuestra piel se conocen como nevus melanocítico congénito, pero si aparecen después de nacer y antes de los dos años de vida se les conoce como nevus congénitos tardíos.
¿Por qué aparecen los nevus melanocíticos congénitos?
No todas las personas tienen lunares al nacer, tampoco se conoce muy bien por qué aparecen, pero existen unas células en nuestra piel llamadas células madre que participan en la formación de los lunares y que en la actualidad explican el origen de los nevus congénitos.
¿Cómo son los nevus melanocíticos congénitos?
Son lesiones redondeadas u ovaladas que se pueden palpar y ver, son de color marrón claro u oscuro, de diferentes tamaños, y generalmente tienen pelos en la superficie, existen además lesiones más pequeñas que pueden estar cerca o alrededor del lunar conocidas como lesiones satélites.
Los lunares de nacimiento o nevus melanocíticos congénitos pueden tener diferentes tamaños, los pequeños de 1.5 cm o menos, los medianos de 1.5 a 20 cm y los grandes de más de 20 cm e incluso gigantes de > 40 cm, el tamaño definitivo se adquiere cuando se termina de crecer.
¿Los nevus melanocíticos congénitos se pueden convertir en cáncer?
Sí, aunque el riesgo de aparición de cáncer de piel como el melanoma sobre un lunar de nacimiento es muy infrecuente, el riesgo de padecerlo está relacionado con el tamaño, es decir a mayor tamaño del lunar el riesgo aparentemente, se aumenta. Otros tumores malignos podrían aparecer sobre estos lunares, pero es importante recordar que el riesgo de padecerlos es realmente bajo.
Teniendo en cuenta estos riesgos, es importante la vigilancia y el seguimiento por parte del personal médico y del mismo paciente a los cambios que puedan presentarse sobre los lunares.
Si durante la infancia o en la adultez se presentan cambios en el color, en la forma, sangran, aparecen úlceras o nódulos dentro del lunar, es importante consultar con tu médico de familia o con el especialista en dermatología para una revisión exhaustiva de estos cambios, el profesional a cargo tomará la conducta más adecuada según los hallazgos.
¿Me puedo quitar los nevus melanocíticos congénitos?
Este tipo de lunares de nacimiento pueden ser retirados de la piel por dermatólogos o cirujanos plásticos, sin embargo, el tamaño es un criterio para definir si pueden ser operados o no. Los nevus grandes o gigantes muchas veces no podrán quitarse porque dejan cicatrices dramáticas para los pacientes, además son cirugías complejas que implican injertos de piel u otras técnicas para favorecer el proceso de cicatrización de las heridas, y el resultado final puede terminar siendo insatisfactorio para el paciente, para estos casos se determina realizar un seguimiento a lo largo de su vida.
El tratamiento definitivo para los lunares pequeños y medianos es muy debatido, es una decisión que debe ser consensuada entre el especialista y el paciente, lo que sí es cierto es que el seguimiento y la vigilancia son muy importantes para detectar cambios que indiquen la necesidad de estudios adicionales, como biopsias para descartar transformaciones malignas. Y tú, ¿Tienes nevus melanocíticos congénitos? ¿Ya visitaste a tu dermatólogo o dermatóloga? Si tienes preguntas, déjanos tus comentarios.
Dra. Laura Ramírez Cardona
Residente de Dermatología
Universidad de Cartagena
IG: laurita_074