
El prurito es el término médico para referirse a lo que comúnmente se llama “picazón”; es la sensación incómoda que provoca el deseo de rascarse la piel. Este síntoma puede ser causado por una variedad de factores, desde problemas dermatológicos hasta reacciones a medicamentos, infecciones, alergias o enfermedades sistémicas. Es el síntoma más frecuente en las consultas dermatológicas ya que está asociado a múltiples enfermedades de la piel y/o puede ser el resultado de otra enfermedad sistémica.
Causas del prurito
- Enfermedades de la piel: como eczema, dermatitis, urticaria (ronchas) o psoriasis.
- Alergias: reacciones alérgicas a alimentos, productos cosméticos, medicamentos, etc.
- Infecciones: como micosis (hongos) o parásitos en la piel.
- Enfermedades de otros órganos: Los problemas en el hígado como la acumulación de bilirrubinas en la sangre y las alteraciones renales puede causar picazón.
- Trastornos endocrinos y hormonales: como la diabetes, hipotiroidismo y embarazo.
- Efectos secundarios de medicamentos: algunos medicamentos pueden provocar picazón como efecto adverso.
- Cáncer: específicamente asociado a linfoma.
- Trastornos neurológicos: como la ansiedad.
¿En quiénes se presenta?
Se presenta en el 22% al 26% de la población general siendo más común en personas mayores de 65 años y predominante en el sexo masculino.
Clasificación
El prurito se considera el síntoma cardinal de muchas enfermedades comunes de la piel. La picazón puede presentarse en una o varias zonas del cuerpo y de diversas maneras, lo que permite clasificarla de la siguiente forma:
- Según su localización: prurito local (en una zona) o generalizado (en todo el cuerpo).
- Según el tiempo de evolución: el prurito agudo es aquel que dura menos de 6 semanas, y el crónico es el que persiste más de 6 semanas.
- Según su origen:
- Neurogénico: causado por las células y sustancias inflamatorias que produce el organismo ante los agentes externos o internos.
- Neuropático: es poco frecuente, se presenta en el 8% de la población, y está relacionado con daños en las terminaciones nerviosas.
Diagnóstico
El diagnóstico del prurito es clínico y debe ser realizado por un profesional en medicina. Algunas veces se requieren pruebas complementarias, como análisis de sangre, cultivos y test de alergia, entre otros exámenes paraclínicos para determinar la causa y, de este modo enfocar el tratamiento.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa subyacente. El médico recetará medicamentos orales, como antihistamínicos, antibióticos, antidepresivos, o según sea el caso medicación tópica en forma de ungüentos, cremas, anestésicos tópicos o inhibidores de la calcineurina. Además de este tratamiento, es indispensable el cuidado complementario en casa para mantener la salud de la piel.
En caso de que presentes prurito, te recomiendo utilizar cremas emolientes, que pueden ayudarte a aliviar la picazón. Evita rascarte ya que esto empeora la condición y crea un círculo vicioso de rascado inapropiado.
También puedes usar cremas reparadoras de la barrera cutánea y pro-cicatrizantes, protección solar adecuada, manejar el estrés, llevar una dieta equilibrada rica en probióticos y prebióticos, y realizar ejercicio regularmente. Las medidas de cuidado en casa pueden acelerar el proceso de recuperación y ser muy útiles para superar esta condición.
Por supuesto, no dudes en consultar a un profesional en medicina. Siempre estaremos dispuestos a ayudarte.
Dr. Diana Milena Ramírez
Médica Estética
IG: Dra.Dianamramirez
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