La sudoración excesiva o hiperhidrosis, es una afección por la cual una persona suda demasiado y de manera impredecible. Las personas con sudoración excesiva pueden sudar en cualquier momento, incluso cuando la temperatura es fresca, o cuando están en reposo.
El aumento de la sudoración suele deberse a una hiperactividad de estas glándulas por una hiperestimulación nerviosa, motivada por situaciones que comportan tensión emocional o estrés, por la acción de sustancias farmacológicas o por motivos térmicos.
“Alrededor del 3 % de la población mundial padece de esta condición” La Sociedad Internacional de Hiperhidrosis
¡Recuerda que el sudor es la manera en que el cuerpo baja su temperatura! Ocurre cuando el cuerpo está expuesto al calor, después del ejercicio, debido a cambios hormonales o cuando las personas se sienten ansiosas y estresadas. Si está enfermo, tener fiebre también puede causar sudoración. En las personas con tumor o el tratamiento contra el cáncer, la sudoración también puede ser causada por fiebre.
¿Cuáles son las causas de la hiperhidrosis?
La sudoración excesiva podría deberse a infecciones, problemas metabólicos o cáncer. La piel que siempre está húmeda puede ponerse roja e inflamada, pálida, arrugada, agrietada o puede desarrollar un olor desagradable.
Las emociones como la ansiedad, la excitación, la ira o el miedo causan sudoración en estas zonas. Aunque tal sudoración es una respuesta normal, los afectados sudan mucho, hasta en condiciones que no causan sudor en la mayoría de la gente.
Además de estas molestias, se producen otras complicaciones como:
- Mal olor o bromhidrosis.
- Acumulación excesiva en la piel de líquidos o fluidos durante un periodo de tiempo prolongado, que acaba generando un reblandecimiento, sin rotura de la piel pero con riesgo de sobreinfección cutánea.
- En las plantas de los pies, sobreinfección cutánea por bacterias.
- En las palmas de las manos, favorece el desarrollo de ampollas y de dermatitis de contacto, además de ocasionar manos frías o de color azul.
¿Qué tipos de sudoración excesiva existen?
Se pueden diferenciar dos tipos de hiperhidrosis:
- Primaria: Es típicamente focal y se limita a las axilas, palmas, plantas, zona craneofacial y otras regiones específicas. No se sabe exactamente qué desencadena su aparición, pero se presume que hay involucrado algún componente hereditario.
- Secundaria: Puede ser focal o generalizada, afectando a la mayor parte de la superficie del cuerpo. A diferencia de la primaria, es consecuencia de una causa enfermedad de base como puede ser un tumor maligno, insuficiencia respiratoria, diabetes mellitus o alteraciones tiroideas.
“La hiperhidrosis puede provocar incapacidad laboral y social, afecta a cerca de un 1% de la población, en los que casi la mitad de los casos tiene carácter hereditario” Mayo Clinic .
¿Cuándo preocuparse por sudar en exceso?
Los dermatólogos coinciden en que esta afección no es grave, sin embargo, es importante que las personas que experimentan hiperhidrosis busquen atención médica, puede ser una reacción o síntoma de alguna enfermedad de base.
¿Qué hacer para dejar de sudar en exceso?
Es fundamental que las personas que experimentan sudoración excesiva busquen atención médica para determinar si presenta hiperhidrosis y recibir tratamiento adecuado.
Existen diversas posibilidades de tratamiento que el dermatólogo indicará en función del tipo y severidad de la hiperhidrosis como:
Antitranspirantes
Se aplican directamente en la piel y ayudan disminuir el exceso de sudoración. Su eficacia está reconocida científicamente, y destaca el papel del cloruro de aluminio por su capacidad para “taponar” las glándulas ecrinas y desestructurar la queratina.
Estos se recomiendan usarlos por la noche, y con la piel seca.
Toxina botulínica:
Es el tratamiento más utilizado en dermatología. Indicado para determinados casos de sudoración excesiva en manos o axilas. La administración de este fármaco produce un bloqueo sobre las glándulas ecrinas o termoreguladoras, disminuyendo la producción de sudor.
Primero se realiza un test para conocer qué áreas son las que más sudan y así actuar de manera más selectiva, evitando efectos secundarios sistémicos.
Escrito por: Dra. Alba Salinas Mejía
Especialista en Dermatología Estética y Láser
Instagram: @draalbasalinasmejia
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