La fotoprotección oral y en qué casos incluirla en tu rutina

Una de las principales novedades de los últimos años es la aparición de la fotoprotección oral, esta nueva forma se conoce como fotoprotección sistémica, es decir, otra manera de proteger nuestra piel de las radiaciones nocivas del sol, pero directamente desde el interior ¿Te gustaría saber cómo funciona? ¡Sigue leyendo esta nota!

Entrando un poco más en detalle, se trata de complementos nutricionales que contribuyen a la fotoprotección de las células de la piel. Estas combinaciones de sustancias mejoran la tolerancia a la radiación solar brindando a tu piel una mayor protección frente a los rayos UV.

Pueden estar constituidas por sustancias botánicas de la dieta como: 

• Vitaminas,  Betacaroteno  (sustancia antioxidante precursor de la Vitamina A) que da color en frutas y verduras como la naranja o la zanahoria.
• Otras sustancias procedentes del mundo vegetal como el extracto de Helecho Polypodium Leucotomos (polifenol con acción antioxidante), carotenoides, Epigalocatequina-3-galato, flavonoides, chocolate, cafeína, etc.
• Grasas de la dieta como: ácido eicosapentanoico, ácidos grasos omega-3 y combinaciones antioxidantes.

¿Por qué complementar el protector tópico con un fotoprotector oral?

Entendiéndolo de otra forma, mientras que la protección solar vía tópica absorbe la radiación solar y, posteriormente, la bloquea, en el caso de la fotoprotección oral su función en primer término es proteger la piel frente al eritema inducido por la radiación UVB, actuando sinérgicamente con los fotoprotectores tópicos. 

Adicionalmente, mediante un efecto puramente fisiológico, protegen al organismo de la acción proveniente de los radicales libres por la incidencia de los rayos UVA sobre la piel, previniendo de este modo el fotoenvejecimiento cutáneo. 

Otro aporte importante es que protege las defensas de la piel, realizando una acción inmuno-fotoprotectora sobre las células de Langerhans y la doble hélice de ADN al evitar la formación de dímeros de timina. 

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¿En qué casos es ideal la fotoprotección oral?

El fotoprotector oral puede ser utilizado en múltiples momentos, pero su principal influencia y acción se presenta en los siguientes casos:

• Su efecto protector es continuo, por lo que se recomienda que al momento de la aplicación de la crema, esta sea incorrecta, no se aplique con la suficiente antelación para que realice su efecto o no se re-aplique con la frecuencia sugerida.
• Están indicados en personas con piel muy sensible al sol, como fototipos I y II o con fotodermatosis. 
• En deportistas, los cuales en su mayoría pasan un elevado tiempo bajo el sol y condiciones climáticas adversas.
• Cuando hay pérdidas de eficacia por sudoración o baños continuados.
• En patologías que requieren de una protección continua, profunda o más exhaustiva.
• Cuando se utilizan medicamentos fotosensibilizantes (para casos de acné, por ejemplo).

¿En qué momento debes tomarte el fotoprotector oral?

Lo ideal es empezar a tomarlo, al menos, un mes antes de la exposición solar, continuando con su suministro durante la exposición extrema al sol y alargar el tratamiento los 30 días posteriores a este suceso. Al cumplir con esta indicación, la piel tendrá el tiempo adecuado para prepararse, combatir y recuperarse. Dando como resultado una protección superior, evitando el fotoenvejecimiento.

Recuerda: para evitar el fotoenvejecimiento prematuro es fundamental complementar la fotoprotección tópica con la de suministro oral.

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